Todo lo que he aprendido del fracaso (al iniciar una empresa de más de 4 millones de usuarios)

“Siempre tratar, siempre fracasar. No importa. Intente de nuevo. Fracase de nuevo. Fracase mejor”.

Las famosas palabras de Samuel Beckett, resuenan bien a los oídos. Y por mucho tiempo, ha impregnado las filas de los emprendedores como si fuera un mantra de Silicon Valley.

El fracaso es necesario. El fracaso nos da lecciones de humildad. El fracaso es casi — una moda?

Al menos así parece por fuera.

Tras bambalinas, tenemos una lucha histérica de evitarlo a toda costa. Después de todo, los negocios dependen mucho de la consistencia, la previsión, y el éxito — lo contrario es el fracaso.

Y, seamos claros, tomar una actitud superficial, arrogante con respecto al fracaso es peligroso.

El empresario convertido en vicepresidente Mark Suster alega que el mantra para Fracasar rápido es:

Equivocado, irresponsable, falto de ética, y desalmado. Dígale eso a la persona que le dió un cheque escrito por $50,000 como pago por su duro trabajo y le instó a dar lo mejor de sí mismo. Fracaso rápido?

Y el fracaso ciertamente no es algo que debemos estar buscando. Pero es inevitable. Y, con la perspectiva correcta, puede ser transformada en algo más positivo.

Durante el proceso de transformación de 17 años de Jotform desde ser un proyecto de recreación a un negocio de más de 200 empleados y más de 10 millones de usuarios, he navegado muchos fracasos, algunos risibles, otros preocupantemente grandes. 

A continuación todo lo que he aprendido.

1. Su reacción al fracaso importa más que …

Cuando escuchamos a los moguls billonarios como Richard Branson o Jeff Bezos ser muy líricos acerca de los beneficios del fracaso, lo que realmente significa es esto:

Como un emprendedor, debe estar preparado para experimentar; a tomar riesgos que no siempre recompensan.

Lanzar una empresa desde su inicio lo posiciona a una gran escala de probabilidad de fracaso: Desde el temido grupo del 90% de miembros del club hasta los obstáculos a lo largo del camino, simplemente es parte del territorio.

Lo que importa no es si puede enfrentar el fracaso, sino, cómo reacciona a él cuando sucede.

No hay manera en que pueda vivir una vida adecuada sin tener errores. De hecho, un truco en la vida es hacerse diestro en manejar los errores. El fracaso en manejar la negación psicológica es lo que hace que muchos se vayan a la quiebra.

Charlie Munger

Podríamos dejar que el fracaso nos aplaste. O, podemos dejar que nos moldee.

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Esta es la cosa: El crecimiento y la comodidad no pueden coexistir.

Y cuando fracasamos, algo dentro de nosotros cambia inevitablemente. Y al abrazar ese sentimiento de cambio en lugar de temerle, lo podemos utilizar para nuestro progreso.

Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates, aborda esta sensación en su libro, Principios:

Yo le llamo al dolor que viene de observar a otros y a nosotros crecer ‘dolor del crecimiento’ porque es el dolor que acompaña el crecimiento personal. No hay dolor. No hay ganancia.

No es coincidencia que las personas con más éxito sean las que han fracasado más:

Richard Branson supervisó Virgin Cola, carros, y vestidos de novia estrellarse y quemarse.

James Dyson hizo 5,127 prototipos inservibles.

Thomas Edison probó más de 1,000 patentes.

Hasta Jeff Bezos aguantó las espectaculares altas y bajas de Amazon Auctions y Amazon Z.

¿Buscaban ellos fracasar? No. Pero tomaron un acercamiento experimental que últimamente condujo a increíbles logros entre los fracasos.

Como William McKnight de 3Ms dijo,

El mejor y más arduo trabajo se realiza en el espíritu de la aventura y del desafío… Errores se cometerán.

2. Tenga un toque ligero

Algunas ideas se miran bien en papel y luego tirarse de pique. Otras son de locura de relámpago, y luego a hacer millones.

Básicamente, es imposible predecir cómo va a cambiar su mercado, las circunstancias, y los clientes.

Como comentó Paul Graham:

No ha empezado a trabajar en su [idea] hasta que la lanza.

Cuándo le dedica mucha energía, tiempo y dinero a algo, se desarrolla un sentido de pertenencia bien fuerte hacia el proyecto.

Se vuelve su bebé, su semillero de esperanza. Naturalmente, es difícil dejarlo ir.

Pero el apego nubla el juicio. Causa que los emprendedores inteligentes, se aferran a las ideas aún después de su fecha de caducidad con respecto a venta, esperando por un retorno de inversión.

El prospecto de esperar un fracaso toma una forma diferente cuando no le está costando a nadie su dinero, o su tiempo, o su sanidad. 

De manera que empiece proyectos con un toque ligero y una mente abierta. Puedo avalar por este tipo de enfoque: Jotform empezó como un proyecto paralelo sin presiones, lo que significa que podía ponerlo a prueba como un proyecto recreacional y no como una fuente de ingresos.

Aprenda a ser super fructífero con el tiempo, sus finanzas, y recursos; al menos durante los primeros meses de su emprendimiento.

Luego, si tambalea, es menos un golpe a su ego, y más bien será parte de una curva de aprendizaje.

El fracaso se convierte en parte de un círculo de opiniones positivas.

Además, probar rápido y barato le da un alcance más amplio para probar una idea mejor y diferente, en breve. 

Estar completamente inmerso en una nueva idea es emocionante – pero riesgoso.

Manténgalo casual.

3. Tocando fondo = Un fundamento

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El primer negocio de Travis Kalanick lo declaró en bancarrota antes de fundar Uber.

A Oprah Winfrey la despidieron de su trabajo como reportera antes de ser un nombre reconocido.

A Steve Jobs lo sacaron de Apple antes de su retorno glorioso.

Cuando vemos que las personas hacen cosas increíbles, muchas veces nos olvidamos que empezaron de la nada — o peor.

Vemos el “tocar fondo” como una conclusión de algo, pero cuando lo vemos desde otro ángulo, en realidad, es un fundamento.

Esto es porque caerse — con lo humillante que se pueda sentir — tiene efectos positivos. Nos forza a empezar de nuevo desde cero. Genera humildad.

El fracaso se simplifica por el proceso de eliminación. Remueve el exceso de ruido y de dificultades, dando lugar a mayor movimiento.

Otra consecuencia del fracaso es la libertad total. Sin tener otro lugar donde caerse, podemos dejar ir.

Perder todo nunca debe ser glorificado. Pero también debemos recordar que podemos construir desde abajo hacia arriba. 

4. Las limitaciones iluminan

El fracaso duele porque desgarra de alguna manera.

Pero cuando se nos deja con lo básico de una idea, algo mágico pasa. Nos vemos forzados a aguantar limitaciones y hacer más con menos

He aprendido de primera mano cómo las limitaciones pueden eliminarse y crear una nueva dirección

Cuando estaba construyendo Jotform — una empresa de arranque — tenía lo mínimo con lo cual trabajar: no tenía inversión externa, no tenía mentores que me guiaran, no tenía un plan B.

Era difícil. Era temible. Pero a la larga, me ayudó

Esas restricciones me hicieron muy ahorrativos, el exprimir cada onza de valor de las situaciones en las que me encontraba. Tenía que pensar creativamente, vivir firmemente fuera de lo común para poder sobrevivir.

Es fácil asumir que más es más de todo, — más dinero, más apoyo, más tiempo — pero en realidad, una sensación de abundancia es traicionera.

En la Paradoja de la elección, Barry Schwartz destaca lo que tan al revés está nuestro pensamiento. 

Él explica que, a pesar de la obsesión de la cultura con la libertad de elección, más opciones es equivalente a menos acción.

Aprender a elegir es difícil. Aprender a elegir correctamente es más difícil. Y, todavía más difícil que esto es aprender a elegir en un mundo con posibilidades ilimitadas, tal vez demasiado difícil. […] Pero al restringir nuestras opciones, podríamos ser capaces de elegir menos y sentirnos mejor.

Tener demasiadas opciones es paralizante.

En lugar de eso, trabajar con lo mínimo ayuda a simplificar. Clarifica. Nos deja ver más claramente.

Las limitaciones conducen a la autosuficiencia y son madera para la inspiración.

Aprenda a ver las limitaciones como una bendición, y no como una maldición.

5. Sepa cuándo ser flexible, y sepa cuándo persistir

Cada persona exitosa ha tenido sus episodios de duda pero ha perseverado.

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La determinación y el coraje — aún de cara a dificultades — son esenciales para la realización de una ambición. Pero igualmente, “nunca darse por vencido” también es un consejo terrible.

Es igualmente importante saber cómo pivotar, ajustar, — o inclinarse.

¿Así que, sabe cuándo adherirse a ello, o cuándo decidir dejarlo ir?

James Clear le sugiere identificar sus ‘no negociables’: aquella cosa por la cual no cederá. No. Pase lo que pase. Luego, pierda la obsesión por todo lo demás — aparte de esto.

Es fácil tomarle apego a una versión de una idea. Y si no sale como lo esperaba, o como lo planeaba, pudiera sentirse tentado a darse por vencido.

Por ejemplo, su no negociable pudiera ser dirigir su propio negocio. Pero hay miles de maneras para lograr eso que no sigue la trayectoria convencional; solo necesita ser de mente abierta.

Me gusto la mentalidad de Jeff Bezos para Amazon:

Somos tercos con una visión. Somos flexibles con los detalles.

Así que, puede aceptar la derrota con respecto a una visión de su idea; pero eso no quiere decir que deba abandonarla.

Solamente se ha salido un poco del guión. Levántese, sacúdase, y luego intente una versión diferente.

Una vez que cambie su perspectiva con respecto a esto, podrá ser capaz de ver los percances como detalles intercambiables más bien que fracasos vergonzosos.

Harry Potter fue rechazado por 12 editores antes de que fuera publicado por Bloomsbury con un anticipo de £1,500. Ahora, la serie combinada está evaluada en haberse vendido en 400 millones de dólares, habiéndose convertido en la serie mejor vendida de todos los tiempos.

¿Imagínese si JK Rowling se hubiera rendido después del tercer intento, o hasta el onceavo de querer someterlo? Parece una locura ahora, pero el prospecto no es irrazonable.

Si piensa que lo que tiene vale la pena mostrarla al mundo, la perseverancia importa.

Si intenta encestar una pelota en una canasta solamente intentando una vez, lo más probable es que no lo logre.

La persistencia incrementa las probabilidades de tener éxito. Así que esté decidido a no ceder en su no negociable. No lo deje escapar.

Si intenta mil veces lo logrará.

Y mantenga la mente abierta a que todo lo demás fracase.

6. El fracaso proporciona conocimiento

De acuerdo a Harvard Business Review, una de las razones principales por lo que las compañías tienen dificultades en crecer es debido al temor al fracaso, con culturas de trabajo con aversión al riesgo que tienen la culpa por su falta de innovación.

Pero el fracaso es imposible de evitar. Y, por medio de identificar dónde las cosas fueron mal, podemos extraer un valor extremo de las experiencias difíciles.

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El fracaso no debe ser subestimado; pero tampoco debe ser temido. Porque los errores son una oportunidad para adaptarse, aprender y crecer.

El presidente de Pixar, Ed Catmull está de acuerdo:

Los errores no son necesariamente algo malignos. No son malos en lo absoluto. Son una consecuencia inevitable para hacer algo nuevo… y deben ser vistos como valiosos.

Rastree y mida los proyectos desde el principio. Si las cosas no funcionan, tendrá un indicador más claro de por qué.

Cristalice este conocimiento. Busque los patrones. Desarrolle una fórmula a seguir para la siguiente vez.

Reflexione en lo positivo también. Pregunte por opiniones y comparta sus pensamientos. 

Hay tanto que aprender de nosotros mismos y de otros si pasamos por delante de lo incómodo de tener que examinar nuestros fracasos.

En el peor de los casos, nos aseguramos de que no suceda nuevamente. En el mejor de los casos, ganamos conocimiento que podemos aplicar a otras áreas de nuestra vida.

Finalizar

Requiere agallas apegarse a un proyecto pase lo que pase.

Pero requiere mucho valor, sino es más, el saber cuando tirar la toalla, conducir un post-mortem, y seguir adelante.

No deberíamos glorificar el fracaso. Pero deberíamos celebrar la resiliencia que toma recuperarse.

El crecimiento ocurre a lo largo del malestar. El aburrimiento y la frustración son el fundamento del mejoramiento incremental. 

Y algunas veces, debes moverte hacia atrás para poder seguir avanzando.

En otras palabras, lo que parece un fracaso es usualmente un éxito enmascarado.

AUTOR
Aytekin Tank is the founder and CEO of Jotform and the bestselling author of Automate Your Busywork. A developer by trade but a storyteller by heart, he writes about his journey as an entrepreneur and shares advice for other startups. He loves to hear from Jotform users. You can reach Aytekin from his official website aytekintank.com.

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